Con piezas originales elaboradas por la denominada “escuela leonardesca” (alumnos y seguidores de Leonardo Da Vinci) muchas de las cuales fueron supervisadas y retocadas personalmente por el maestro florentino. Una curaduría maravillosa, extensa y profunda que parte de la investigación de la relación entre el maestro y aquellos que él mismo indica que estuvieron en estrecho contacto con él desde su primera estancia en Milán. Las piezas se han expuesto por separado y en conjunto en diferentes ciudades alrededor del mundo como Beijing, Venecia, Bruselas, etc… Esta curaduría está hecha específicamente para el museo Carolino de la BUAP.